Alcohol cero en todo el país. ¿Se logrará en 2022?
Desde comienzos del año pasado se impulsa un proyecto de ley nacional que baje a cero el nivel de alcohol permitido al conducir. Fuerte apoyo de organismos del estado, ONGs y organizaciones científicas.

Desde hace casi un año la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSG) viene impulsando un proyecto de ley de alcance nacional que baje a cero el nivel de alcohol permitido al conducir, así como sucede con los conductores profesionales desde hace 25 años. Esta iniciativa fue presentada en marzo de 2021 y para ser tratada en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación requiere del dictamen de mayoría de la Comisión de Transporte.
En el mismo también tuvieron participación el Ministerio de Salud, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) y asociaciones de familiares de víctimas. Al mismo tiempo cuenta con el respaldo del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, la Organización Panamericana de la Salud (OPS)Foro de Entidades Científicas, compuesto por medio centenar de instituciones.
La presentación marca dos puntos principales. Por un lado, pretende modificar la Ley Nº 24.788 de “Lucha contra el alcoholismo”, para incorporar como política de salud pública la conducción bajo los efectos del alcohol. Por el otro, busca rectificar los artículos del Código Penal y de la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, que fijan la graduación alcohólica permitida (actualmente 0,5 miligramos) a cero. También busca agravar las penas para los conductores que, en caso de estar alcoholizados, escapen al momento del accidente.
A esto se suma la decisión del tratamiento de este tema en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, junto a una gran concientización a nivel escolar, en el marco de la declaración de la emergencia vial en ese territorio.
Asimismo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), desde el 1° de febrero de este año, todos los conductores que den positivo en un control de alcoholemia serán inhabilitados por un mínimo de dos meses para manejar.
Cabe destacar que ya a son varias las provincias (Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tucumán) y ciudades (Mar del Plata, Ezeiza, Tigre y Moreno, Bragado (provincia de Bs. As; Posada y Garupá (Misiones), Rosario, Pueblo Esther y Santa Fe (Santa Fe), Río Grande y Ushuaia (Tierra del Fuego) que decidieron disminuir el límite de alcohol en sangre a 0,0 y que presionan para que el gobierno nacional tome esa decision a nivel país. Políticamente hay resistencia en la región de Cuyo, por ser la zona en la que está establecida la industria vitivinícola. Sin embargo, no hay que confundir esta iniciativa con la implementación de una “ley seca”, porque la hipótesis de que debido a la misma podría bajar el consume de alcohol no es real. Un caso empírico es el de Uruguay, país en el cual no se registraron perjuicios en las ventas a pesar de la prohibición total de consumo de alcohol al manejar desde el año 2015.
En este blog ya hemos hablado acerca de que el consumo de alcohol al conducir aumenta las probabilidades de protagonizar un siniestro vial, cualquiera sea el nivel, debido a que:
- Se reduce la visión periférica y puede causar visión doble, lo cual dificulta la capacidad de discernir lo que sucede alrededor de la persona, así como disminuye la habilidad para calcular distancias.
- Genera un falso estado de euforia, seguridad y confianza en uno/a mismo: sensación de desprecio por el peligro y tendencia a transgredir las normas; por ejemplo tender a no usar el cinturón de seguridad o el casco.
- Disminuye la coordinación y atención: aumenta el tiempo en tomar decisiones ante un evento/situación.
- Muchas veces el alcohol es mezclado con otras sustancias legales e ilegales -que no se miden en los exámenes de alcoholemia en sangre- pero que, en combinación con el alcohol, potencian la depresión del sistema nervioso y sus fallas cognitivas.
Para finalizar, desde Vialseg volvemos a insistir y a recalcar la necesidad de un cambio cultural al manejar. El sistema imperante finaliza en una infracción, pero no genera un cambio. La tasa de mortalidad en nuestro país debido a accidentes de tránsito sigue siendo tan alta como en el ultimo cuarto de siglo. Hoy muere más gente por incidentes viales que por hechos de inseguridad. El alcohol al volante solo produce pérdidas irreparables para muchas familias. Es por eso que la tolerancia cero terminaría obteniendo más resultados, ya que la persona que tomó alcohol no tendría que decidir por sí misma conducir o no, porque la ley lo dejaría expresamente establecido.